UN SALVAVIDAS CAYÓ DEL NORTE
Se llevaron los testigos claves, que tienen la información para demostrar la participación del presidente Uribe en la masacre de El Aro y para comprobar el tráfico de su primo Mario con fincas despojadas a los campesinos por los narco-paramilitares, luego de masacrarlos en Caucasia y Córdoba. También fueron enviados a Estados Unidos los principales testigos del involucramiento de gran parte del Parlamento, en actividades de paramilitarismo y narcotráfico.Con razón una de las activistas defensoras de derechos humanos dijo en Medellín, que con la extradición el pasado 13 de mayo de los 14 cabecillas narco-paramilitares, “se llevan la verdad” sobre el genocidio perpetrado por ellos, por encargo del terrorismo de Estado.
La orden de extradición que trajo al país el Ministro de Defensa Santos, hace parte de un paquete de medidas, con las que Washington prosigue la defensa de sus intereses en el Área Andina.Bush sigue sosteniendo a Uribe y por eso le lanzó el salvavidas de llevarse a los capos mafiosos, echándose encima el costo de romper los pactos secretos que el gobierno hizo con ellos y simultáneamente, hacer aparecer esta extradición ante la opinión pública estadounidense, como un logro del Plan Colombia.Uribe reclama estas extradiciones como un triunfo de su Ley de Justicia y Paz, mientras Bush la presenta como un éxito de su política anti drogas. Es la manera como ambos persiguen réditos electorales, en este momento en que pujan por darle continuidad a sus administraciones.Justicia no habrá. Como es tradicional los capos mafiosos pactarán su legalización con los EEUU, allí les expropiaran sus inmensas fortunas, sus crímenes quedarán protegidos como secretos de Estado y bajo la sombra de la potencia norteamericana, burlaran el requerimiento que les haga la Corte Penal Internacional, por sus crímenes contra la humanidad.Así resguardan a un servidor fiel de Bush, como ha sido Uribe Vélez, al tiempo que se esconde el accionar terrorista de los narco-paramilitares, realizado en ‘obediencia debida’ a órdenes del Departamento de Defensa de los EEUU, bajo el nombre de Operaciones Encubiertas Negables, conducidas en el terreno por la CIA y la DEA.Este mutuo encubrimiento busca habilitar a Uribe para seguir cumpliendo la misión de atacar, a los procesos democratizadores que avanzan en Ecuador y Venezuela. A la vez que pretende dar credibilidad a la huera lucha anti terrorista de Bush, en nombre de la cual ahora quiere colocar sanciones a ambos países andinos, por sus supuestos vínculos con la insurgencia colombiana.Antes en Colombia se recordaba el 13 de mayo con un himno religioso, de ahora en adelante será recordado como el día en que a un Presidente arrinconado le cayó un salvavidas, no del cielo, sino del imperio del norte. El mismo día en que sus ahijados comenzaban a recoger firmas, para intentar elegirlo por tercera vez a la presidencia de esta narco república suramericana.El mar de sangre y corrupción en el que flota éste régimen oligárquico ilegítimo, no se puede esconder en un abismo de sumisión ante los EEUU.Los colombianos seguiremos empeñados en la reconciliación y la reconstrucción nacional, pero nunca a costa de sacrificar la verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición del genocidio ocurrido. Así como proseguiremos buscando instaurar un nuevo gobierno de nación, paz y equidad.
La orden de extradición que trajo al país el Ministro de Defensa Santos, hace parte de un paquete de medidas, con las que Washington prosigue la defensa de sus intereses en el Área Andina.Bush sigue sosteniendo a Uribe y por eso le lanzó el salvavidas de llevarse a los capos mafiosos, echándose encima el costo de romper los pactos secretos que el gobierno hizo con ellos y simultáneamente, hacer aparecer esta extradición ante la opinión pública estadounidense, como un logro del Plan Colombia.Uribe reclama estas extradiciones como un triunfo de su Ley de Justicia y Paz, mientras Bush la presenta como un éxito de su política anti drogas. Es la manera como ambos persiguen réditos electorales, en este momento en que pujan por darle continuidad a sus administraciones.Justicia no habrá. Como es tradicional los capos mafiosos pactarán su legalización con los EEUU, allí les expropiaran sus inmensas fortunas, sus crímenes quedarán protegidos como secretos de Estado y bajo la sombra de la potencia norteamericana, burlaran el requerimiento que les haga la Corte Penal Internacional, por sus crímenes contra la humanidad.Así resguardan a un servidor fiel de Bush, como ha sido Uribe Vélez, al tiempo que se esconde el accionar terrorista de los narco-paramilitares, realizado en ‘obediencia debida’ a órdenes del Departamento de Defensa de los EEUU, bajo el nombre de Operaciones Encubiertas Negables, conducidas en el terreno por la CIA y la DEA.Este mutuo encubrimiento busca habilitar a Uribe para seguir cumpliendo la misión de atacar, a los procesos democratizadores que avanzan en Ecuador y Venezuela. A la vez que pretende dar credibilidad a la huera lucha anti terrorista de Bush, en nombre de la cual ahora quiere colocar sanciones a ambos países andinos, por sus supuestos vínculos con la insurgencia colombiana.Antes en Colombia se recordaba el 13 de mayo con un himno religioso, de ahora en adelante será recordado como el día en que a un Presidente arrinconado le cayó un salvavidas, no del cielo, sino del imperio del norte. El mismo día en que sus ahijados comenzaban a recoger firmas, para intentar elegirlo por tercera vez a la presidencia de esta narco república suramericana.El mar de sangre y corrupción en el que flota éste régimen oligárquico ilegítimo, no se puede esconder en un abismo de sumisión ante los EEUU.Los colombianos seguiremos empeñados en la reconciliación y la reconstrucción nacional, pero nunca a costa de sacrificar la verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición del genocidio ocurrido. Así como proseguiremos buscando instaurar un nuevo gobierno de nación, paz y equidad.
Revista insurreccion.
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